FERRATA REGINA (OLIANA)
Realizada el 23 de noviembre del 2008
El inicio de la ferrata es una pared totalmente vertical, mal equipada en sus 3 primeros metros. Una vez superada esa dificultad, nos encontramos con un resalte bastante vertical y muy bien equipado con clavos incrustados en forma de escalón y agarres verticales para las manos.
La dificultad en esta parte de la vía reside en la exigencia de trabajo de brazos bastante grande, aunque nos ayuda las cadenas que encontramos a cada momento.
Tras ascender por una pequeña zona equipada con escalones de cemento, la vía se bifurca o bien para la aguja, o bien al puente tibetano, inicio del 2º tramo. Nosotros vamos en principio a la aguja, pequeño resalte rocoso, donde podremos gozar de una vista espectacular y almorzamos
Tras bajar de la aguja, nos dirigimos al puente. Este, pequeño y estrecho de unos 25 cm y no mas de 15m de longitud de ancho que, tras atravesarlo nos deja a los pies de una pared vertical de unos 35 metros de desnivel. Un nuevo resalte nos deja a los pies de otra vía vertical, esta de unos 20 metros, algo menos exigente que la anterior.
La zona en la que nos encontramos, poblada de matorrales, nos muestra
el final del primitivo recorrido de esta ferrata. Una vía de escape a
nuestra izquierda nos tienta por si nos encontramos cansados.El siguiente tramo es algo más duro.
el final del primitivo recorrido de esta ferrata. Una vía de escape a
nuestra izquierda nos tienta por si nos encontramos cansados.El siguiente tramo es algo más duro.
La enorme pared, de más de 50 metros, que aparece enfrente nuestro es una muestra de ello. Al acercarnos, topamos con un letrero que nos pregunta si estamos lo suficientemente preparados.
Iniciamos el ascenso verticalmente para seguir a la izquierda, y continuar de nuevo verticalmente finalizando la pared ayudados por una cadena. En un resalte herboso iniciamos un flanqueo hacia la izquierda, no muy largo, que atraviesa una pared vertical con unos 150 m. de caída.
Después un pequeño ascenso de unos 4 ó 5 metros para seguir a la izquierda por
una repisa, que nos lleva a una pequeña cueva que la pasamos por
debajo, hasta una pared bien equipada donde encontramos un extraplomo
pronunciado. Algo de fuerza emplearemos para pasarlo. Un
flanqueo a la izquierda nos coloca en una profunda garganta.
una repisa, que nos lleva a una pequeña cueva que la pasamos por
debajo, hasta una pared bien equipada donde encontramos un extraplomo
pronunciado. Algo de fuerza emplearemos para pasarlo. Un
flanqueo a la izquierda nos coloca en una profunda garganta.
Hemos de abandonar la pared en la que estamos para saltar a la de enfrente. Tiene una caída de unos 15 metros. Los disipadores, si son de cuerda corta, no llegan han colocado una cadena de medio metro en uno de los escalones, con la intención de que los disipadores cortos nos puedan acercar más a la otra pared.
Al otro lado de la garganta iniciamos una larga pared vertical que nos deja en una zona herbosa, donde encontramos un letrero que indica otra vía de escape.
Hacia la izquierda iniciamos un flanqueo por una zona con resaltes rocososhasta dar con una pared en la que se inicia el último tramo de la ferrata.
En esa pared nos dan a escoger: Por un lado la vía normal hacia la izquierda, relativamente fácil. Por el otro, hacia la derecha, se inicia un tramo denominado, por el que ha montado la ferrata, como muy difícil.
Optamos por el difícil, claro. Un pequeño flanqueo a la derecha nos coloca en una pared vertical. Se trata de un largo ascenso con alguna zona extraplomada, que nos lleva hasta un lugar que parece ser el final de la vía.
Un sendero, a nuestra izquierda, bordea una pared remachada con cable de seguridad. Al final del corto itinerario, en una pequeña oquedad, damos con un buzón de correos, un buzón en el que aparece el libro de visitas de la vía y donde indicamos las impresiones de esta preciosa ferrata.
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